
¿Qué es lo que queremos hacer?
Comparar las imágenes que produce cada cara de una cuchara sopera metálica.
Materiales:
Una cuchara sopera
Nuestra propia cara
¿Cómo lo haremos?
Situaremos nuestra cara en frente de cada zona combada de la cuchara y observaremos el tipo de imagen que nos brinda
El resultado obtenido es
Cuando situamos nuestra cara frente a la cara convexa veremos una imagen derecha y menor de nuestro rostro, mientras que cuando la situamos frente a la cara cóncava veremos una imagen invertida.
Explicanción:
En el caso de la cara convexa, los rayos ópticos divergen al reflejarse en la superficie de manera que virtualmente parecen proceder de una zona existente tras la superficie de la cuchara: esta superficie se comporta como cualquier espejo esférico convexo. En el caso de la otra cara, y dada la intensa curvatura que suelen tener las cucharas soperas, los rayos se reflejan doble y sucesivamente en la parte superior e inferior de la superficie, por lo que –finalmente- nos llega una imagen invertida de nuestro rostro. Los resultados son –según los típicos manuales de reflexión óptica- los esperados en el caso de la cara convexa, similares a las imágenes que se producen en los espejos retrovisores de los automóviles. Sin embargo, en el caso de la cara cóncava –y debido precisamente a la intensa curvatura de la superficie de la cuchara- la imagen producida no es real e invertida o virtual y derecha, tal como ocurre en los espejos cóncavos que se estudian y manejan habitualmente (como por ejemplo en los típicos espejos de maquillaje), sino que ofrecen una imagen distinta debido a la reflexión doble y sucesiva en varias zonas de la cuchara
No hay comentarios:
Publicar un comentario